La Terapia Asistida con Animales (TAA) es una disciplina enriquecedora que no solo beneficia a los pacientes, sino también a los profesionales que la ejercen. Al trabajar específicamente con perros en el ámbito del trastorno del espectro autista (TEA), se pueden observar avances significativos en diversas áreas del desarrollo de los niños.

Los perros, al ser animales naturalmente empáticos y no juiciosos, la interacción con ellos puede actuar como un puente para construir habilidades interpersonales, mejorar la comunicación y fomentar la confianza.

Las sesiones que involucran el cuidado y la atención del animal también ayudan a cultivar una sensación de responsabilidad. Los niños aprenderán a realizar tareas como alimentar al perro, sacarlo a pasear o incluso enseñarle trucos. Estas actividades no solo refuerzan su autoestima, sino que también fomentan el desarrollo de habilidades motoras.

A nivel emocional, la presencia de un perro puede ser altamente terapéutica. La simple acción de acariciar a un perro puede reducir los niveles de cortisol (la hormona del estrés) y aumentar las endorfinas, mejorando el estado de ánimo del niño. Para aquellos que pueden experimentar altos niveles de ansiedad, el contacto con un animal puede ser un poderoso recurso para ayudarles a regular sus emociones.

Con este curso aprenderás las herramientas que ofrecen estas terapias para mejorar diversos aspectos de la vida de personas con TEA. La combinación de amor, compañía y estrategias terapéuticas puede resultar en un cambio positivo, no solo para los niños y sus familias, sino también para los profesionales que se dedican a esta noble y gratificante labor.